CARTA A QUIEN HA TERMINADO IRREMEDIABLE E INGENUAMENTE EN SAMARCANDA
Tal vez todavía estén a tiempo. Obviamente, si su desvarío les ha mantenido el alma limpia, algo que – debo constatar – ha sido bastante raro.
Eso ha ocurrido si no han ofendido a los combatientes y no se han burlado de un pueblo agredido e invadido que ha hecho dañar a su agresor.
No quiero disfrutar la satisfacción de verlos luchar con dificultades y trepar por las paredes arañándolas desesperadamente con las uñas. No me interesa.
Imagino que debe ser duro
haber apoyado durante años un imperialismo brutal, alentado a su favor contra un pueblo invadido, aceptado la campaña de desnazificación, los ceremoniales de la “victoria patriótica” de 1945, las exigencias rusas de disolver nuestros movimientos, las intervenciones del Kremlin incluso contra Acca Larentia*, las criminalizaciones de Azov, todo con la justificación de que era por antiamericanismo. ¿Y ahora?
¿Y ahora encontrarse – y aquí me tomo la satisfacción de decirles: se los advertí desde el primer día – apoyando a los estadounidenses que apoyan a los rusos (qué novedad…).
¿Y ahora estar reducidos a burlarse de cualquier intento (incluso de aspiración patética) de independencia europea?
Encontrarse, con un giro de 180 grados
respecto a su pasado, a su ADN, a su mito, riéndose de sus propios pueblos y exaltando a rusos y estadounidenses (rigurosamente juntos) contra Europa.
Que, por cierto, Europa son ustedes, pero a fuerza de un globalismo inducido, aunque sea con un imaginario invertido, ya ni siquiera lo saben. ¡Bromas del tiempo!
Que Europa sea débil, que le quiten el acceso a las fuentes energéticas del sur y del este, que se obstaculice su reindustrialización, que se reabran las cascadas migratorias entre Níger y Cirenaica, no afecta a von der Leyen, Macron o Sanchez, sino a nosotros, a nuestro nivel de vida, a nuestro papel en el mundo y al de nuestros hijos y nietos. Tal vez, burlarse de los políticos incapaces de nuestras naciones sea la reacción más estúpida y masoquista que pueden tener.
Es momento de reflexionar y de recuperarse. Siempre hablo de quienes aún conservan un alma pura.
Porque empezaron con el antiamericanismo, el antioccidentalismo e incluso con el antisionismo.
Y – también esto lo predije desde el principio – se encuentran ahora con Rusia apoyada en la ONU por EE.UU. e Israel
Se encuentran con Rusia que ha abandonado Siria y con los lobbies israelíes en EE.UU. pidiendo que se les vuelva a ofrecer la base de Tartus.
Se encuentran con la Casa Blanca que quiere desviar los fondos especulativos destinados a Ucrania para llenar de dinero a Israel y para construir resorts de lujo en Gaza, previa deportación de la población.
No quiero abrir un debate. No porque no sea polémico, sino porque no sirve.
Solo me interesa señalar cómo se han revelado las cosas
Si no son prisioneros de un orgullo demasiado estúpido que les impide una sana reconsideración, diría que es lo más oportuno. En silencio, porque no hay que dar explicaciones a nadie, sino estar en paz con uno mismo y con aquello a lo que cree pertenecer. Suponiendo, y no siempre es el caso, que tengan una vaga idea de aquello en lo que dicen inspirarse.
Que quede claro: pueden existir mil matices, muchas diferencias, convicciones variadas, pero debe mantenerse un sentido de nuestro ser. De lo contrario, ni siquiera sé qué podría unirnos, más allá de habernos encontrado por casualidad en un mismo lugar.
Y ese sentido no lo establezco yo ni ustedes. O lo tenemos, y somos algo, o no lo tenemos, y somos una amalgama al azar.
El Mito, la fidelidad al Mito, el sentido de Sangre y Suelo (que jamás puede hacernos estar al servicio de ninguna potencia exótica o de cualquier amenaza contra Europa); los valores de la caballerosidad, el estilo, la ética y la centralidad.
Desde ahí se parte
y se puede divergir en las orientaciones estratégicas, en las opciones. Pero si se avanza hacia atrás, el centro se pierde. Y uno acaba exactamente con aquellos contra los que pretendía luchar. Como ha ocurrido hoy. Y era inevitable que ocurriera.
Ahora pueden salir de esto con humildad, valentía y también, por qué no, reivindicando lo bueno que les llevó a ensalzar al enemigo.
O pueden alinearse con el enemigo que hoy es compacto y declarado
Pero ya no tendrán más justificaciones de antiamericanismo, de antioccidentalismo o de antisionismo porque serían unas mentiras tan gigantescas que ni siquiera quien carece de vergüenza podría seguir esgrimiéndolas en esta historia.
- Acca Larentia es la calle de Roma donde el 7 de enero de 1978 fueron asesinados a sangre fría dos jóvenes del MSI por terroristas rojos y un tercero, también a sangre fría, por las fuerzas del orden. Cada año, el 7 de enero, miles de personas rinden homenaje a los caídos. El Kremlin se ha implicado personalmente para pedir a Italia que prohíba esta conmemoración y que arreste y condene a quienes participen en ella.
